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martes, 20 de octubre de 2020

Entrenamiento bajo la lluvia y en pandemia

Ayer llovió intensamente y está pronosticado que suceda así durante toda la semana, entonces, ¿Qué hacemos con el entrenamiento?

Separar la paja del trigo

El entrenamiento bajo la lluvia trae siempre el prejuicio de la enfermedad asegurada, de la misma forma, se toma el “salgo a correr 3 veces por semana” como sinónimo de entrenamiento duro.

Como siempre decimos, el entrenamiento es personal y depende de cada individuo. Por otra parte, el descanso, la alimentación y la rutina laboral, entre otros, también son factores importantes a considerar.

Por último, podemos tomar algunos recaudos para mantener nuestra planificación mas allá de alguna circunstancia climática.

Actividad física en pandemia

Hace meses que se habilitó la actividad física en forma individual, fundamentalmente, por los efectos psico-físicos y sociales que produce la inactividad al estar varios meses inactivos. Esto puede verse un poco más en quienes solían hacer actividad física regularmente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en referencia al cuidado de la salud en pandemia, recomienda en su sitio web[1]:

¿Por qué necesitamos realizar una actividad física?

La actividad física regular es beneficiosa tanto para el cuerpo como para la mente. Reduce la hipertensión arterial, ayuda a controlar el peso y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2 y diversos tipos de cáncer. También mejora la resistencia de los huesos y la fuerza de los músculos, así como el equilibrio, la flexibilidad y la aptitud física. Para las personas mayores, las actividades que mejoran el equilibrio ayudan a evitar caídas y lesiones. Para los niños, la actividad física practicada de forma regular favorece el crecimiento y el desarrollo saludables y reduce el riesgo de padecer enfermedades en la edad adulta. Además, ayuda a desarrollar habilidades fundamentales de movimiento y establecer relaciones sociales.

La actividad física regular también mejora la salud mental, reduce el riesgo de padecer depresión y deterioro cognitivo, retrasa la aparición de la demencia y mejora la sensación general de bienestar. 


Por otra parte, los estudios de los últimos meses a nivel mundial, demuestran que hacer actividad física en ambientes abiertos y manteniendo una distancia física prudente (1.5 a 2 mts entre personas), tiene muy baja probabilidad de contagio de enfermedades de trasmisión vía oral.

Otro elemento muy importante es el estrés y la ansiedad acumulados en largos períodos de inactividad, que facilitan el desarrollo de lesiones con el retorno a la actividad en forma regular. En este marco, la tendinitis, es la gran temida por todos los deportistas.

Por último, los días de lluvia no suelen salir a entrenar (con buen criterio), la inmensa mayoría de las personas que habitualmente realizan actividad física en espacios recreativos, parques, etc. con fines recreativos o del cuidado de la salud. Esto favorece las posibilidades de aquellos que tengan una planificación y necesiten disponer de lugares un poco más técnicos o especiales para los objetivos planteados.

La recomendación fundamental, para retornar con ejercicios o actividad regular, es estar monitoreado o acompañado de un entrenador o preparador físico quien podrá evaluar el estado físico y las actividades a realizar según los objetivos planteados.

 

Entrenar bajo la lluvia

Por todo lo antedicho, es muy importante conocer el período de entrenamiento en el que estás en estos días, poder hacer los ajustes necesarios a tu planificación sin modificar los elementos críticos o condicionantes y adaptar lo necesario.

Además, entrenar bajo la lluvia es posible si las rutinas y necesidades de alimentación, descanso y recuperación se encuentran dentro de los parámetros necesarios para tener una vida saludable.

Por otra parte, si no disponemos de horarios para movernos según el clima, la adaptación de los ejercicios a las inclemencias climáticas es tan posible como necesaria, poder actuar sobre los objetivos de nuestro microciclo adaptando el volumen y la intensidad del ejercicio para no sufrir lesiones y evitar sobre exigencias.

Cuando entrenamos bajo la lluvia se modifican muchos elementos como, por ejemplo, el peso, el calzado, la pérdida de calor, la concentración y el equilibrio, entre otros. Debemos sumar todas las adaptaciones fisiológicas que implican la termorregulación, la ansiedad, el posible stress, etc.

Si la previsión de lluvias tiene altos en algunos días y bajos en otros, habrá que observar la posibilidad de cambiar los ejercicios más intensos para los días con menor probabilidad de lluvia y mantener los ejercicios que requieren volumen y baja intensidad los días de mayor inclemencia.

A modo de conclusión

Si realizas actividad física con frecuencia y en forma planificada, independientemente del objetivo que esa planificación persiga, puedes realizar algunos ajustes para sostener tu entrenamiento aún en estos días de lluvia.

Respecto al estado de Pandemia por Covid-19, en estos casos de particularidad climática, se vuelve un poco mas factible pues no hay conglomerados de gente y la distancia física es posible de sostener durante el período de entrenamiento.

Por último, es importante observar las objetivos del microciclo y adaptar –si fuera necesario- los ejercicios que realizaremos bajo la lluvia primaveral.


. si la temperatura esta por debajo de los 20°C, es recomendable utilizar un pilotín impermeable o rompe viento. Va a colaborar en que no pierdas mucho calor por conducción.

. Utiliza calzado adecuado al piso mojado, las zapatillas de trial no son muy recomendadas si vas por asfalto con agua.

. Mantente hidratado, como en cada entrenamiento.

. Procura realizar la entrada en calor y la elongación en tu casa, seco e hidratado.

. Recuerda alimentarte inmediatamente después del entrenamiento para recuperar los nutrientes necesarios.

Esperamos que la info compartida les haya sido útil y aguardamos sus comentarios.

También pueden escribirnos a saludyentrena.o2@gmail.com

¡Muy buena semana para todos y todas!



[1] https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/question-and-answers-hub/q-a-detail/be-active-during-covid-19

lunes, 8 de junio de 2020

Volver a entrenar

¡Hola a todos y a todas!

Esperamos que esten transitando esta cuarentena de la mejor forma posible.

En el marco de la Pandemia de Coronavirus, atravesados por una cuarentena obligatoria que nos obliga a quedarnos en casa, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a decidido flexibilizar las salidas nocturnas y habilitar la actividad física en un horario restringido.

Entendemos las ansiedades, las preocupaciones y los deseos y, es por todo ello que, decidimos hacer este video con toda la información que creemos importante para que decidas que hacer con esta nueva situación, dado que todos vivimos realidades distintas.


Esperamos se de utilidad y agrado y, si así lo hiciere, podés compartirlo y suscribirte a los distintos canales para seguir recibiendo los videos que vamos a ir publicando.

¡Buena vida para todas y todos!

domingo, 8 de abril de 2018

Entrenamiento semanal: ¿Cuántas veces?


Dando continuidad a las notas anteriores, proponemos este nuevo interrogante: ¿cuantas veces por semana necesito entrenar?.

Pues bien, esto dependerá de las razones de tu entrenamiento ya que, no es lo mismo entrenar para mejorar nuestra fuerza, entrenar para disminuir el estrés, entrenar para complementar otra actividad mas específica, etc.

Como regla general, y si el entrenamiento está dirigido a un mismo objetivo, con una actividad moderada o intensa estaría bien con tres días semanales intercalados con un día de descanso en el medio.

Esto vale para cualquier actividad, siempre y cuando, los tres días de actividad sean de una intensidad moderada o intensa.

Por otra parte, si la actividad fuese liviana y de una hora de duración, esta regla se quedaría corta.

¿Cómo se si mi actividad es liviana, moderada o intensa?

Hay varios indicadores que pueden utilizarse para medir la intensidad del ejercicio, no obstante, hay que tener bien en claro cuál es la actividad que se está midiendo pues ello va a determinar también el tiempo que nos puede tomar.

Por ejemplo: si estamos haciendo un entrenamiento de fuerza, con cargas máximas o sub máximas, los tiempos entre una repetición –o ninguna- y entre series, es muy distinta a un entrenamiento que haga hincapié en la técnica. Además, el volumen total de esa sesión de entrenamiento puede ser muy baja, por ejemplo 35 o 40 minutos.

Otro ejemplo puede observarse en un entrenamiento aeróbico, vinculado a una actividad de runners: tal vez en una clase con un volumen de 70 u 80 minutos de trabajo, existan solo unos 8 o 10 minutos de ello que valgan de recuperación.

En el primer ejemplo tomamos como referencia la exigencia máxima en un muy corto tiempo con una buena recuperación antes del próximo esfuerzo. Esto se debe a la destreza específica que se trabaja. En el segundo caso, se puede observar que hay mucho mas tiempo de trabajo con poco tiempo de recuperación, es el caso de los trabajos aeróbicos; donde puede trabajarse otra destreza como la Resistencia, asi como también técnica de movimientos, trabajo de pliometría, trabajos intervalados, etc.

La Frecuencia Cardíaca, un gran indicador.

Como sabemos, el medio por el cual los alimentos y el oxígeno llegan a nuestros grupos musculares, es la sangre. Por otra parte, la cantidad y frecuencia con la que lleguen a los lugares necesarios estará determinado por la irrigación sanguínea y, a su vez, ese factor estará determinado por unas cuantas cosas entre las cuales encontramos a la Frecuencia Cardíaca.

Desde luego que el tamaño de nuestro corazón, el estado de nuestro sistema cardiovascular general, la edad, el género y otros elementos también están presentes. Pero eso es parte de la evaluación del profesional e información que deberá exponer quien quiera entrenar, a su preparador físico.

Volviendo al tema específico, midiendo la frecuencia cardíaca, se pueden clasificar buena parte de los entrenamientos sobre todo aquellos relacionados con las capacidades físicas de resistencia o velocidad. Los entrenamientos de fuerza, en general, entregan mediciones muy bajas, aun cuando la carga de trabajo sea máxima. Por lo tanto, en ese tipo de entrenamiento, buscaremos otros indicadores para conocer nuestro trabajo diario.

Entonces ¿Qué es la frecuencia cardiaca?

La frecuencia cardíaca es el número de veces que el corazón late por minuto.

La frecuencia cardiaca normal de un adulto en reposo es entre 60-100 latidos por minuto.


Algunos atletas expertos pueden experimentar un descenso de su frecuencia cardiaca en reposo, siendo esta inferior a 60 latidos por minuto.
Durante el ejercicio, la FC suele estar por encima de los 100 latidos por minuto.

Frecuencia Cardíaca Máxima

La frecuencia cardíaca máxima es el número máximo al que tu corazón puede latir sin colapsar y por ello existe una frecuencia cardíaca máxima para cada persona que depende de diversos factores (la edad, el tamaño físico del corazón, el calor, la hidratación, etc) y  por ello puede variar considerablemente de una persona a otra.

La FCMax es un valor individual, determinado genéticamente y relativamente constante en el tiempo, que desciende ligeramente con la edad, disminuyendo de manera lineal a partir de la adolescencia.

Aunque existen otras fórmulas para medir la frecuencia cardíaca máxima,  la fórmula más conocida es: FC max=220 – tu edad (FC max= frecuencia cardíaca máxima); es decir si tienes 28 años tu FC max sería: (220-28=192).

Es importante saber que, esta fórmula, se ha demostrado que puede llegar a ser muy imprecisa.

Por otra parte, a la hora de planificar zonas de trabajo, se suele aplicar la fórmula de Karvonen*.


La Tecnología y los métodos

Hoy en día es muy común observar la utilización de relojes que, mediante sensores de medición de la FC, nos indican el estado de los latidos y la zona del entrenamiento en el que estamos.

Por ello, es importante conocer otras formas de indicar nuestra zona de trabajo, nuestra FCmax y saber considerar –también- todas esas variables que las fórmulas no estiman (además de las ya mencionadas, habría que agregar: humedad, el horario, la altitud y el estado de salud de la persona, etc).

Conclusiones

-  Con una actividad intensa o moderada, tres entrenamientos semanales son suficientes.
-   Conocer la frecuencia cardiaca en reposo, la FCmax y como medirla es muy importante para una buena planificación del entrenamiento.
-    Saber considerar las distintas variables para adaptar y hacer mas eficientes los entrenamientos.
-      Que el preparador físico lleve una planificación adecuada a nuestras necesidades y objetivos, asi como una adecuada carga de entrenamiento que nos permita recuperar y mejorar el estado anterior, es clave.

Esperamos que la nota haya sido de utilidad y agrado, aguardando comentarios y sugerencias, siempre!

¡Hasta la próxima!